El arcoíris de campeona mundial, el sueño para este año de Marianis Salazar
La barranquillera representa el futuro del ciclismo de pista colombiano.
La ciclista de pista del departamento del Atlántico, Marianis Salazar, rompió el molde y saltó a la notoriedad esta semana al ganar una medalla de bronce en el anamericano de pista que se cumplió Lima, Perú, y llamar la atención del país al aparecer en tan ansiado relevo generacional para las pruebas de velocidad.
Las veteranas Martha Bayona y Juliana Gaviria, puntas de lanza del equipo de pista por la última década, ya van conduciendo su vida deportiva al final y al lado de ellas apareció esta juvenil barranquillera y que se trajó un bronce en los 500 metros, muy a pesar de estar compitiendo con cortadoras completamente formadas y más experimentadas.
“La verdad estoy muy feliz y contenta por el resultado. Siendo aún de la categoría Junior, esta medalla es muy importante para mí”, dijo Salazar a Zona Cero, ya en Barranquilla, recargando baterías para el lunes viajar de nuevo a competir.
Marianis viene ‘embalando’ desde atrás para empezar el relevo generacional y en su corta carrera, le alcanzó para ponerse en el mismo equipo con Bayona y Gaviria, dos ciclistas a las que ansiaba conocer y que la sorprendieron gratamente.
“Muy feliz de haber estado con Martha y Juliana, y haber compartido. Son increíbles personas, aprendí mucho de ellas y espero volverme a encontrar con ellas en un futuro. Fueron completamente diferentes, yo me imaginé dos personas completamente serias, son todo lo contrario. Son buenas personas, divertidas y fue increíble la experiencia”, rememoró.
Aunque Marianis se queda con algo que seguramente la hizo mejor deportista y que en su momento devolverá a las más jóvenes cuando llegue el momento.
“Me marcó mucho su compañerismo, el apoyo que uno recibe de ellas”, afirmó.
Sin embargo, el resultado no fue simplemente en lo personal. Deportivamente hablando, ganó el bronce en los 500 metros, donde además impuso nuevo récord Panamericano en la categoría Junior en la prueba. Se une al récord de los 200 en la misma categoría.
“En los 500 metros fue una medalla muy sufrida, la verdad no me la esperaba. Es la categoría élite, con corredoras de mucha experiencia. Me sorprendió quedar en el podio. La idea era mostrarme e ir por experiencia, pero bueno, las cosas se dieron y logré entrar al podio”, se sinceró.
La alegría fue inmensa, pero sabe que pudo tener algo más. Fue eliminada en los cuartos de final de las pruebas de los 200 metros, donde estuvo cerca de entrar en la disputa por un bronce, pero terminó saliendo tras equivocarse en su estrategia y darle mucho vuelo al ataque de su rival, una veterana de Guatemala.
“Uno siempre analiza y se da cuenta de los errores que comete, lamentablemente la contrincante tenía más experiencia. No había nada que hacer. Cosas que pasan y de las cuales uno aprende. Junto con mi entrenador (Ricardo Moreno) hemos hecho un trabajo increíble. Esperamos seguir y no darnos por vencidos. Ahora toca preparar el campeonato Panamericano Junior y el Mundial”, aseguró.
Salazar ahora tomará partida con el Atlántico en los Nacionales Junior para luego entrar en los Panamericanos de la misma categoría y rematar el año en el campeonato mundial de Egipto, donde es seria aspirante a una medalla.
Para ser concretos, aspira a la presea de oro y a ponerse la camiseta arcoíris que distingue a los reyes mundiales de las pruebas.
“Viajamos el lunes y la meta es por lo menos ganar tres medallas de oro (200 metros, 500 metros y velocidad por equipos). Después vienen los Panamericanos Juniors y luego el Mundial. Ese es mi sueño para este año, espero que con la ayuda de Dios todo se dé y estar montada en lo más alto del podio. Espero ganar en el 500, que es la prueba que mejor se da”, cerró.
Sin duda que Salazar está encaminada a convertirse en la reina de las pistas y tal vez, gracias a sus pedaladas potentes y su agilidad en la pista, y así brindarle a Colombia y Barranquilla una nueva campeona orbital. Y tal vez en menos tiempo de lo que podamos imaginar.