Edison Cavani, delantero uruguayo.
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Edison Cavani, "El Matador" ofuscado

El uruguayo marcó el tanto más rápido de la historia de la Champions, pero desperdició una gran cantidad de oportunidades.

 Edinson Cavani sigue hoy en boca de los seguidores franceses y no por los mejores motivos. Aunque "El Matador" marcó anoche al Arsenal el gol más rápido en la historia de la Liga de Campeones del PSG (a los 44 segundos), sus posteriores errores impidieron sentenciar un partido que los ingleses empataron.

"Asumo mis responsabilidades, porque he sido yo quien ha tenido las ocasiones más claras, pero eso es el fútbol", reconoció el internacional uruguayo al término del encuentro disputado en el Parque de los Príncipes.

Los foros de aficionados del PSG hierven y se dividen entre los que respaldan al delantero, que costó en 2013 la friolera de 64 millones de euros, y los que le critican, muchos de ellos con grandes dosis de humor en redes sociales como Twitter.

Desde finales de 2015, cuando entró en choque con el anterior entrenador del PSG, Laurent Blanc, "El Matador" ha estado en el ojo del huracán. Y esta temporada, sin el carismático Zlatan Ibrahimovic en la plantilla, la exigencia sobre el uruguayo es aún mayor.

En el primer gran test del curso, ante el Arsenal en el primer encuentro de la fase de grupos de la Liga de Campeones, dio más golpes de arena que de cal.

Es cierto que abrió el marcador a los 44 segundos con un inapelable cabezazo y que estuvo siempre activo en la presión y la ayuda a los compañeros.

Pero, a la postre, cuatro graves errores ante el meta colombiano David Ospina -uno de los mejores del partido- pesaron más. Las ocasiones perdidas en el 34, el 42, el 69 y el 80 (cuando el Arsenal ya había empatado) se tratan de un fardo difícil de soportar. En la más clara, la del 34, "El Matador" estaba a puerta prácticamente vacía.

A pesar de que la hinchada del Parque de los Príncipes entonó el "Allez, allez, Cavani" ("Vamos, vamos, Cavani"), al indómito futbolista se le notó cierta ansiedad que le condujo a un estado de ofuscación ante el gol.

El español Unai Emery, el debutante técnico del PSG, adoptó un discurso protector con una de sus principales estrellas: "Lo más importante es que él mismo se ha buscado las ocasiones. Más tarde entrarán. No ha sido su mejor partido, pero tener las oportunidades es una primera etapa".

Exjugadores como Jean-Pierre Papin -excelso goleador francés de los años 90- han salido a público para defender al uruguayo y pedir compresión por una fase de impaciencia considerada normal entre los delanteros de elite.

Cavani, de 29 años, cumple su cuarta temporada en París, a la que llegó procedente del Nápoles gracias a los millones aportados por el magnate qatarí Nasser Al-Khelaïfi, presidente del club y uno de sus principales valedores.

Hasta el momento, el delantero no ha decepcionado en la cifra de goles. Han sido al menos 25 en cada uno de los anteriores tres cursos, una cifra nada desdeñable.

Y en la temporada que se inicia ahora cuenta dos dianas, la de ayer en la Liga de Campeones y otra en el campeonato, en la derrota ante el Mónaco (3-1).

El compromiso del futbolista, sin embargo, ha sido puesto en tela de juicio en varias ocasiones.

A pesar de los años que lleva en París, a Cavani se le conocen pocos amigos en el vestuario y, siempre que puede, viaja a su Uruguay natal. Se especula con que ha llegado a fingir lesiones para alargar vacaciones y poder estar más tiempo con su familia.

Esa actitud de "lobo solitario" se une a sus reacciones volcánicas dentro del terreno de juego.

Quizá la más mediática sucedió en la Copa América de 2015, cuando agredió al chileno Gonzalo Jara en respuesta de una fea provocación: Jara le había introducido un dedo entre las nalgas.

EFE

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