David de la Cruz le arrebató la camiseta roja a Nairo, en estrategia de Movistar
Movistar prefirió entregar la camiseta, antes que defender a Nairo Quintana.
David de la Cruz (Etixx) abrió la cuenta española en la Vuelta con una heroica victoria en la novena etapa disputada entre Cistierna y el Alto del Naranco, de 164,5, que además le aportó "el sueño de vestir el maillot rojo".
El ciclista de Sabadell, de 27 años, fue el más fuerte entre el grupo de 12 corredores que formaron la fuga del día. A falta de 600 metros del Alto del Naranco arrancó para dejar sin respuesta al belga Dries Devenyns (IAM), que no pudo evitar la victoria de un corredor soñador, exatleta que empezó a montar en bicicleta a los 18 años.
Una victoria trabajada, "increíble, que supone hacer realidad un sueño" para un ciclista que acaba de renovar un año más con el Etixx. La forma de celebrarlo no pudo ser mejor, nada menos que desbancar del maillot rojo a Nairo Quintana, quien entró a 2.55 con el resto de favoritos. El colombiano ahora le sigue en la general a 22 segundos y Alejandro Valverde a 41.
El trayecto entre Cistierna y el Monte del Naranco lo gobernaron 12 corredores con calidad suficiente para que cuajara la fuga. Se incrustaron los españoles De la Cruz (Etixx), el mejor clasificado a 2.46 del líder, Luis León Sánchez (Astana), Peio Bilbao (Caja Rural).
También el belga de Gendt (Lotto) y el francés Geniez en pugna por los puntos de la montaña, y otros corredores por un triunfo salvador para su equipo, como los Cannondale Clarke y Moser. Por delante cinco puertos hasta la cima asturiana, a los pies de Oviedo. De Gendt, el ganador este año en el Mont Ventoux, coronó al frente del grupo el Puerto de San Isidro y en solitario el Alto de Santo Emiliano.
Luego se dejó cazar y volvió a sumar en el de San Tirso. El ciclista flamenco, que dejó que Geniez pescara los puntos en La Manzaneda, subió el podio a vestirse con el maillot de puntos azules. Un premio de consolación para un corredor combativo.
Movistar controló la escapada en torno a los 4 minutos, dando la cara en cabeza, pendiente de la subida al Naranco. Pero cuando quiso reaccionar, ya se estaban jugando la etapa De La Cruz y Devenyns, con el español al filo de hacerse con la roja. Ambos reventaron la fuga a 9 kilómetros de la cima.
Una subida de 6 kilómetros al 6 por ciento con carga histórica. El estreno de su cima corrió a cargo de una leyenda, el asturiano José Manuel Fuente, "El Tarangu". Y el último en conquistarla fue el catalán Joaquim "Purito" Rodríguez, amigo, paisano y maestro de David de la Cruz.
Como Purito, arrancó el ciclista vallesano dentro del último kilómetro que conducía al santuario del ciclismo local, en cuyas cunetas se volvió a vivir la locura del ciclismo. Ya sin mirar atrás, faltaba el remate. Y De la Cruz no falló. Era su día, su momento. Levantó los brazos al aire. Atrás quedaron los recuerdos de fracturas de clavícula y otras desgracias que le han impedido desplegar su verdadero potencial.
La paciencia, a veces, tiene compensación. "Espero que sea el comienzo de una buena época". Calidad tiene, labrada desde su debut profesional en 2010 en las filas del Caja Rural. Luego pasó por el Netapp y el Etixx le echó el ojo. Ahora le han prolongado el contrato temporada más. Por algo será. De momento, líder de la Vuelta.
Este lunes se disputa la décima etapa entre Lugones y Lagos de Covadonga, de 188,7 kilómetros.
EFE