Solo falta que se celebre el acto oficial, pero todo está encaminado para que en poco tiempo Barranquilla sea designada por aclamación como la sede de los Juegos Panamericanos del 2027 y es por eso, que desde ahora, se comienza a sacar la lista de las cosas que tendrá que alistar el Distrito para dentro de seis años. 

Para poner las cosas en contexto y en su justa proporción, los Juegos Panamericanos, que adjudica la Panam Sports, será lo más cerca que tendrá Colombia de experimentar los Juegos Olímpicos. 

Es por eso que no se exagera en decir que las justas americanas, que reúnen a todos los atletas desde la punta de Alaska hasta la Patagonia, serán sin duda el evento más importante que Barranquilla va a albergar en su más de 200 años de historia. 

La experiencia de Cali

Entre el 30 de julio y el 15 de agosto de 1971, Colombia experimentó por única vez lo que fue organizar los ‘olímpicos de las Américas’ como se le conoce a los Panamericanos. En aquella oportunidad fue en la ciudad de Santiago de Cali, capital del Valle del Cauca. 

La ‘Sultana del Valle’ recibió en aquella oportunidad 2.935 atletas, de 32 países del continente, que disputaron medallas en 17 deportes.  

En aquella época Helmut Bellingrodt, destinado a ganar en menos de un año la primera medalla olímpica para el país, tuvo la oportunidad de vivir esos juegos muy de cerca, no como deportista de tiro al jabalí, sino como un turista más y hoy atestigua lo que esos juegos provocan dentro de una ciudad. 

“Estuve invitado en ese momento por Max Vélez Martello, director de la Junta Administradora del Deporte en el Atlántico. Estuve presente en todos los juegos como un turista. El legado que deja para una ciudad este tipo de eventos es muy grande, no solo en el aspecto deportivo, sino en la parte económica y social. Cali fue otra ciudad luego de los Juegos Panamericanos”, rememoró para Zona Cero.

Hoy, cincuenta años más tarde, con dos medallas olímpicas en el anaquel, siendo vocal del Comité Olímpico Colombiano y próximo jefe de misión de la delegación que asistirá a Tokio  2021, Bellingrodt se llena de confianza en el éxito que tendrá la ciudad en las próximas justas. 

“Barranquilla siempre se ha distinguido por organizar bien y llevar con éxito este tipo de eventos deportivos”, dijo lleno de seguridad.  

Pero además, advirtió que lo que le viene por delante al país y la ciudad, es un trabajo extenuante. 

“Las exigencias de Panam Sports son casi las mismas que las que se hacen para  unos Juegos Olímpicos, porque son realmente un desarrollo deportivo al máximo nivel. La diferencia solamente es el número de participantes. En unos Olímpicos asisten alrededor de 102 países y en los Panamericanos 42 países. Pero todos los pedidos en la parte técnica son iguales”. 

Velódromo, piscina y coliseos

El legado de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018 son una enorme plataforma sobre la cual Barranquilla cimentó su aspiración ante Panam Sports. Sin embargo en la opinión calificada de Helmut, hay muchas cosas por mejorar en los próximos seis años para estar a la altura.

“Realmente la infraestructura hay que complementarla, con muchos escenarios. Hace falta construir un velódromo nuevo, otro coliseo cubierto, otra piscina de 50 metros para el calentamiento”, indicó. 

“El velódromo que actualmente existe no tiene ni siquiera las mínimas condiciones para un evento internacional. Tiene que construirse uno completamente nuevo y con las especificaciones para esta clase de eventos”, agregó. 

Para los recientes Juegos Panamericanos de Lima, Perú construyó un velódromo de última generación con capacidad para 2.300 personas, techado y con varios niveles que cuenta con todas las comodidades. 

Frente al velódromo, estaba el complejo acuático de Lima, todo en el marco de la Videna (Villa Deportiva Nacional), también cubierto y con control de temperatura en el ambiente y en el agua, pero más importante, con todas las comodidades para los atletas.      

“Hay que complementar el complejo acuático de acá. Adicionalmente a lo que ya tiene, hay que hacer una nueva piscina de calentamiento de 50 metros en el mismo complejo, para que los deportistas no sufran con el desplazamiento y las distancias. Aunque las piscinas tienen la especificaciones, hay una gran cantidad de deportes y atletas y la competencia de unos Panamericanos, no es la de los Juegos Centroamericanos y del Caribe”, agregó Bellingrotd. 

Otra cosa que mencionó Helmut que han tratado en los requerimientos al interior del Comité Olímpico Colombiano, es que se deberá tener un coliseo cubierto con mayor aforo de los que actualmente hay en la ciudad, como el Elias Chegwin y  el Sugar Baby Rojas. 

“El aforo de los coliseos es muy pequeño. Hay que hacer otro para que puedan estar al nivel, es más se tiene que hacer un coliseo para judo, pesas y otros deportes de combate y aprovechar para que estos queden definitivamente para la ciudad para poder catalogar a Barranquilla como toda una capital deportiva de Colombia y América”, afirmó.  

La Villa Panamericana

Pero sin duda, uno de los mayores desafíos será la construcción de la Villa Panamericana, sitio que albergará a todos los deportistas participantes de las más de 40 naciones que se darán cita en la ciudad dentro de seis año, algo que es vital para la celebración de los juegos. 

“Indudablemente, hay que tener en cuenta la construcción de una Villa Panamericana. Es un punto muy importante, si no hay villa no se pueden realizar los juegos. Dentro de seis años ya no existirá este problema sanitario, al aunar todos los esfuerzos de las autoridades distritales, departamentales y nacionales y civiles, las cosas se podrán realizar de la mejor manera”. 

Para la Villa Centroamericana en el 2018, Barranquilla se alió con constructoras para explotar el proyecto urbanístico de Alameda del Río y así tener los apartamentos listos. 

Es de anotar que en Lima asistieron 6.680 deportistas, de 41 países, en 39 deportes, una enorme cantidad de gente.  

Hay el tiempo suficiente para apuntarse un nuevo proyecto de vivienda que se pueda aprovechar para, además del evento deportivo, dejar una nueva solución de vivienda a los ciudadanos.  

Sin lugar a duda que la celebración de los Juegos Panamericanos de Barranquilla se ven como un esfuerzo titánico y que promete marcar el destino de la ciudad al menos por el próximo lustro.