Con los Atletas, Gustavo Campero es el ‘MVP’ del pueblo de Nuevo Agrado
El Jugador Más Valioso del Mundial Sub-23 armó un club deportivo para su corregimiento.
Gustavo Campero afina los detalles en el estadio Édgar Rentería para su debut con los Caimanes de Barranquilla, en el béisbol profesional colombiano, luego de haber sido pieza clave de la medalla de bronce del país en el reciente campeonato Mundial de béisbol sub-23.
Fue el ‘Champion bate’ del torneo, elegido al equipo ‘Todos Estrellas’ por la organización y encima de todo, declarado por los especialistas como el Jugador Más Valioso -MVP por sus siglas en inglés- del torneo donde el país hizo historia.
“Fue bastante hermoso vivir esos momentos. Esa historia que hicimos en el Mundial, fue bastante gratificante. Muy agradecido, toda mi comunidad bastante feliz con los logros que se alcanzaron”, dijo para Zona Cero recordando las hazañas de hace poco más de un mes en México.
Sin embargo, este receptor perteneciente a la organización de los Angelinos de Anaheim no tiene su mayor orgullo cifrado en la medalla que se colgó en el pecho.
Su gran ambición es poder llevar al deporte a los niños de esa comunidad a la que se refiere, en su pueblo natal, Nuevo Agrado, corregimiento del municipio de San Antero, en el departamento de Córdoba.
“Mi pueblo es pequeño, todos nos conocemos. Somos alrededor de mil personas, un corregimiento de San Antero. Poco a poco ha ido creciendo, muy unido y con mucho talento. Ahora mismo tenemos un club que yo lo formé, y ya son alrededor de 70 niños del pueblo”, mencionó.
Con este gesto, que ya completa alrededor de un año en funcionamiento, el pelotero de 24 años quiso tener un gesto de responsabilidad con su tierra. Pues es el primer jugador firmado por una organización, nacido ahí.
Desde los cinco años y bajo la tutela de un entrenador llamado Donaldo Santos, comenzó a fundamentarse. Luego, cuando ya tuvo la edad, demostrando su talento como catcher fue firmado por los Yankees de Nueva York que para este año lo cambiaron a los Angelinos.
“El equipo se llama Atletas, y se le coloca así por ese biotipo de deportista que puede hacer todo: puede jugar fútbol, puede lanzar una pelota, puede correr. Ese es mi pueblo, de ahí salí y soy el primer pelotero firmado en el béisbol profesional”, resaltó.
Y es que los inicios de Campero no le resultaron fáciles. La razón por la cual es el primer pelotero oriundo de Nuevo Agrado en ser firmado, es porque, literalmente, antes no había ni cómo ni con quién aprender a jugar pelota en dicho terruño.
“Fue bastante difícil para mí, tuve que moverme hasta San Antero. En el pueblo no había un estadio para batear, ningún tipo de implementación. Teníamos que coger la buseta o irnos en moto. Lo hice de esa manera, viniendo todos los días. Al ver eso, ahora que estoy en una organización, y la cantidad de niños queriendo jugar con la misma historia, decidí crear algo y empezó hace un año”, rememoró.
Para los atletas de Nuevo Agrado no ha sido fácil. Ni tampoco barato.
Gustavo ha tenido que sacar de su salario de jugador de ligas menores para sostener a sus peloteros, dividiendo entre las obligaciones que tiene con su hogar, que está conformado por su esposa y dos pequeñas niñas.
“Bueno, literalmente, ha sido de lo poco que puedo ganar en Estados Unidos. Yo saco una parte de mi sueldo y de ahí suplo las cosas básicas, que son los entrenadores, más que todo. He tenido contactos allá y me han facilitado las pelotas, los bates, otros implementos y me han facilitado las cosas. He aprovechado, lo difícil ha sido traer las cosas hasta Nuevo Agrado”, admitió.
Esa inmensa pasión es lo que lo ha llevado a destacar como jugador profesional en el Mundial, donde dice que se enfocó en las ‘pequeñas cosas’ para darle el éxito a Colombia. Y es que en los pequeños detalles están fundamentados los grandes éxitos.
Sin duda que con su corazón de campeón, Campero no solo fue el más valioso de su novena: Gustavo es el MVP del pequeño pueblo de Nuevo Agrado.