Un Comesaña con la tranquilidad del objetivo alcanzado en este 2018, pese a la resistencia de gran parte de la afición, habló esta tarde de su adaptación al estilo de vida de los barranquilleros y el por qué se queda a vivir en Barranquilla.

Ya no le molesta como años atrás que lo cuestionen en las calles de la ciudad o que le digan “pelo e’ burra”.

Incluso se imagina un Carnaval en Barranquilla con disfraces que hagan mención a él. “Que salgan todos, no hay problema”. Para el Carnaval 2019, “ya me imagino las pelucas blancas”.

Todas las críticas las acepta Julio Comesaña. “Así no pensaba antes, antes peleaba”, recordó el uruguayo.

Comesaña rememoró el retorno a  Barranquilla cuando en 2014 llegó derrotado de Medellín al perder el título por penales ante el Atlético Nacional. “Llegamos al aeropuerto y era un desastre, y a mi me echaron”. Para el uruguayo ese era un equipo con muy poco, "pero aguerrido”, afirmó.

Comesaña dijo que considera que “ha cumplido” a Barranquilla y a la afición. “La institución queda ubicada en un lugar de privilegio en el concierto latinoamericano como nunca había estado”, afirmó.

“Queda con un patrimonio de futbolistas jóvenes y otros que parecían que estaban en el final de su carrera, demostraron su madurez”, añadió el 8 veces técnico tiburón, al resaltar que ya hay varios  jóvenes futbolistas “fogueados en partidos difíciles”.

Destacó Comesaña que “Junior queda en una posición inmejorable con cosas importantes construidas y con la posibilidad de que venga alguien que siga construyendo sobre lo que hay, no que venga alguien aquí a romper todos esto y a desarmar sino a seguir construyendo”.