Un campeón, un tercer clasificado al Mundial de la categoría y un equipo que se irá con las manos vacías será el saldo que dejará este sábado la última fecha del Sudamericano sub-17 femenino que se disputa en Uruguay.

Ambas con seis unidades sobre igual cantidad de disputadas, Brasil y Colombia se jugarán el título en un partido en que las cafeteras necesitan de la victoria, mientras que a su rival le alcanza con un empate para reafirmar su hegemonía.

"Este equipo tiene la mente puesta en el objetivo mayor, que es ganar el Sudamericano. Salir a darla toda contra Brasil. Somos un equipo que sabe lo que quiere y creo que eso nos hace estar identificadas en el campo de juego", aseguró el jueves durante una rueda de prensa la defensa colombiana Sintia Cabezas.

Además, la autora de un tanto en el último partido indicó que para nadie es un secreto que Brasil es conjunto "muy serio".

Es que hasta el momento, las dirigidas por Simone Jatobá no solo ganaron todos los encuentros que disputaron, sino que no recibieron goles en ninguno de ellos y se mostraron como una aplanadora en la delantera.

Treinta y dos goles en seis partidos marcan un promedio de más de 5 tantos por juego, la mayoría de estos convertidos por Jhonson, una de las grandes figuras del certamen que se disputa en el estadio Charrúa.

Por otro lado, aunque el título ya no es una opción para ellas, las paraguayas y las chilenas se jugarán todo para conseguir el último de los tres boletos al Mundial que se disputará en India entre el 11 y el 30 de octubre.

"Nos vamos a preparar bien, vamos a entrenar y espero que sea un buen resultado el del día sábado", aseguró la delantera de La Roja Natsumy Millones en declaraciones recogidas por la Federación chilena.

Allí, para llegar a una instancia a la que solo fue en 2010, Chile deberá ganar. Mientras tanto, a Paraguay le alcanzará con lograr un empate para ir al Mundial, algo que ya hizo en 2008, 2014 y 2016.

Después de seis ediciones de este torneo disputadas, Brasil lidera el historial con tres títulos, uno más que Colombia y dos más que Venezuela.

EFE