El holandés Ferry Weertman, que este martes se colgó el oro en la prueba de natación en aguas abiertas de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, tardó algunos segundos en enterarse de que había ganado la prueba debido a la llegada atropellada de seis nadadores a la meta.

"Incluso después de haber tocado la placa no estaba seguro de si había ganado. Tardé un tiempo en enterarme", afirmó el holandés ya con la medalla colgada en el cuello y al referirse a un resultado que sólo fue confirmado con la foto de llegada

Weertman, plata en el Mundial del año pasado en Kazan y campeón europeo en 2014 y 2016, completó el maratón acuático de 10 kilómetros frente a la famosa playa de Copacabana con un tiempo de 1:52:59.8, el mismo que el griego Spyridon Gianniotis, bronce en el Mundial de 2015 y que se quedó con la plata tras haber sido cuarto en Londres 2012.

El griego llegó a ser anunciado como el vencedor, pero los organizadores corrigieron rápidamente tras analizar la fotografía de llegada.

"Llamé a mis amigos a casa y me dijeron que había ganado, y yo todavía no estaba seguro. No lo podía creer. Todavía no lo puedo creer", afirmó el holandés.

A sólo tres segundos del vencedor, también con el mismo tiempo, llegaron el francés Marc-Antoinie Olivier, que se quedó con el bronce, y el chino Lijun Zu, que llegó en cuarto lugar. Su posición también tuvo que ser verificada en la fotografía de llegada.

La diferencia entre el nuevo campeón olímpico y el sexto en la meta fue de menos de cuatro segundos.

Lo mismo le pasó al francés Olivier, que sólo se enteró de que había ganado el bronce cuando ya estaba en el bote que lo recogió para llevarlo hasta la playa.

"Al comienzo no sabía dónde había terminado. Cuando toqué la placa no supe el puesto. Tan sólo cuando llegué al barco fue que supe mi posición y me puso a llorar", relató.

La victoria de Weertman le permitió a Holanda copar los oros en el medallero de aguas abiertas, ya que en la prueba femenina, disputada la víspera, la vencedora fue la holandesa Sharon van Rouwendaal, que fue plata en el Mundial de Kazan del año pasado y campeona europea en 2014.

La competición en el mar de 10 kilómetros fue realizada frente a las arenas de Copacabana, con el punto de partida y la meta ubicados próximos al Fuerte de Copacabana, en la esquina derecha de la playa más conocida de Brasil.

Los nadadores tuvieron que partir dentro del agua, desde atrás de una cuerda levantada como pistoletazo, debido a que la plataforma de lanzamiento que había sido instalada se hundió el pasado sábado por un fuerte oleaje.

EFE