Una selección de 260 deportistas olímpicos y paralímpicos brasileños será sometida al menos a seis controles antidopaje en el semestre anterior a los Juegos de Río de Janeiro, con el objetivo de que haya "cero positivos" en el equipo durante la competición.

Marco Aurelio Klein, secretario nacional para la Autoridad Brasileña de Control de Dopaje, señaló que se trata de un grupo "seleccionado como objetivo" en función de sus disciplinas deportivas o de sus posibilidades de medalla.

"Si se entrenan en Estados Unidos, en Portugal, en España, las autoridades antidopaje de allí les harán los controles. Estamos trabajando mucho en la prevención", afirmó Klein en las instalaciones del Laboratorio Antidopaje de Río, donde se analizarán la muestras tomadas durante los Olímpicos.

"Todos los deportistas deben saber que serán controlados antes, cerca y durante los Juegos", subrayó Klein.

Brasil aparece en el noveno lugar de los países del mundo con más infracciones antidopaje, según las estadísticas de 2014 recién publicadas por la Agencia Mundial (AMA).

"Antes no hacíamos prácticamente controles fuera de competición. Ahora son casi el 40 % del total", dijo el secretario. "Lleva algo de tiempo consolidar el sistema", añadió.

Klein y el director del laboratorio, Francisco Radler de Aquino, aseguraron a los medios que la instalación finalmente acreditada por la AMA es actualmente la mejor del mundo "por cantidad y calidad de los equipos" técnicos y humanos.

Después de una inversión de 200 millones de reales (50 millones de euros, 56 millones de dólares) en tres años, Río dispone hora de "un laboratorio de cine", según Klein.

"Es uno de los legados más palpables de los Juegos. Cuando acaben las competiciones, si hay equipos que ya no son necesarios se distribuirán a otras universidades del país", explicó.

Instalado en la facultad de Químicas de la universidad federal de Río, el laboratorio analiza actualmente unas 250 muestras semanales. Se ha encargado de todos los análisis durante las 37 competiciones preolímpicas de prueba que se han disputado.

Durante los Juegos analizarán en cuatro semanas lo que habitualmente reciben en un año. Y con la necesidad de tener los resultados en 24 horas.

Para el secretario, toda la región de Sudamérica se beneficiará del laboratorio de Río, al haber solo otro acreditado en Colombia.

"Los países de la zona tendrán mucho mejor acceso a los controles sanguíneos, en los que los plazos de análisis son mucho más cortos", apuntó.

Klein informó del acuerdo llegado con la federación brasileña de fútbol para que la Autoridad Antidopaje se haga cargo a partir de mayo de sus controles.

Radler de Aquino apuntó que los problemas que ha tenido el laboratorio para adaptarse a los estándares de la AMA y recibir su acreditación internacional "los tendrán muchos otros laboratorios del mundo en el futuro" porque es "muy difícil, también económicamente, mantenerse actualizado en cuanto a equipamientos".

"El reto para Brasil será mantenerse al día. Hoy tenemos cuanto necesitamos", aseguró.

EFE