Arranca en Chile la Copa América femenina, con un ojo en el Mundial de Francia
El torneo entregará los cupos a la copa mundial del próximo año.
Una decena de selecciones latinoamericanas participarán a partir de mañana en Chile en la Copa América femenina, un torneo en el que, más allá del triunfo, la meta más codiciada es la clasificación para el Mundial de Francia de 2019.
Además del trono continental, la Copa América ofrecerá cupos para próximas competiciones, como dos billetes directos y uno a la repesca de la Copa del Mundo del próximo año.
Las cuatro selecciones que avancen a la fase final se asegurarán una plaza en los Panamericanos de Lima 2019 y el campeón y subcampeón obtendrán pasajes a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
La Copa América se disputará entre el 4 y el 22 de abril en las ciudades de La Serena y Coquimbo, situadas unos 450 kilómetros al norte de Santiago.
Los diez equipos participantes quedaron repartidos en dos grupos. En el A están Chile, Colombia, Paraguay, Uruguay y Perú, mientras en el B figuran Brasil, Ecuador, Argentina, Venezuela y Bolivia.
Los dos primeros clasificados de cada grupo pasarán a la fase final, en la que se enfrentarán todos contra todos.
La favorita para levantar el título en Chile es la selección brasileña, que ha obtenido seis de las siete Copas América disputadas hasta ahora.
El palmarés y los antecedentes son contundentes para Brasil, que cuenta además con un plantel de lujo liderado por la goleadora Marta, elegida por la FIFA como la mejor futbolista del mundo en varias ocasiones.
El objetivo final de la Canarinha es plasmar el dominio absoluto que tiene en Latinoamérica en el escenario internacional, donde no ha podido ganar un Mundial ni un oro olímpico.
Brasil compartirá el grupo B con Argentina, que quiere emular lo sucedido en la Copa América de 2006, cuando fue anfitriona del torneo y derrotó en la final al conjunto brasileño.
La gesta, sin embargo, parece improbable por la crisis extradeportiva que ha afrontado la Albiceleste femenina, que estuvo dos años sin entrenarse y llegó a declararse en huelga para protestar por la falta de dinero.
Después de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, en los que Argentina fue colista de su grupo, y con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) sumida en una profunda crisis institucional, la selección femenina dejó de entrenarse y de jugar por falta de atención de los directivos.
En julio de 2017, ya con Claudio Tapia como presidente de la AFA, la selección volvió a las prácticas, aunque las secuelas de la inactividad son una amenaza y las jugadoras argentinas solo esperan hacer un torneo digno en la Copa América de Chile.
Otra candidata del grupo B es la selección de Ecuador, que apostará por la experiencia de cinco jugadoras que disputaron el Mundial de Canadá en 2015 con el objetivo de lograr la clasificación a la próxima cita mundialista.
Venezuela, en tanto, acude al torneo con un plantel joven pero con experiencia en mundiales juveniles que tratará de dejar en el olvido las decepciones de los últimos años.
En el grupo A una de las favoritas es Colombia con una plantilla renovada y reforzada por la creación de la liga femenina de fútbol en el país cafetero.
Paraguay pretende también meterse en la fase final con un equipo que combina jugadoras experimentadas con otras que llegaron de la Sub'20 y que ya saben lo que es disputar un Mundial.
La selección chilena, la anfitriona, encara el torneo con cautela, dada su modesta trayectoria, pero con optimismo tras los buenos resultados en los partidos de preparación.
EFE