La "isla del cine": el sueño de Fidel, García Márquez y Birri cumple 30 años
Unos 400 alumnos desfilan cada año entre el curso regular, talleres y maestrías por la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV).
El proyecto de Fidel Castro, Gabriel García Márquez y Fernando Birri de convertir un pequeño pueblo a unos 30 kilómetros de La Habana en la incubadora de profesionales del cine cumple el jueves 30 años con la satisfacción de seguir atrayendo a jóvenes de todo el mundo.
Unos 400 alumnos desfilan cada año entre el curso regular, talleres y maestrías por la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV), concebida en su día como "una isla cinematográfica" insertada en la mayor de las Antillas e inaugurada el 15 de diciembre de 1986.
"Esta escuela es particular. Es como estar en un mundo cerrado, en el que se vive cine, se come cine y se respira cine", confesó a Efe, Enia Machado, una realizadora italiana de 35 años que está en la ECITV, ubicada en San Antonio de los Baños, un pueblo de unos 34.000 habitantes, para un taller de seis semanas de dirección de actores.
Para Basel Ramsis, profesor de cine documental egipcio residente en España, la singularidad de la EICTV está clara: "Lo que realmente diferencia a esta escuela de otras es que se vive el cine diariamente durante todo el día, los tres años del curso. Se puede considerar como una isla cinematográfica dentro de la isla más grande que es Cuba".
El líder cubano Fidel Castro, fallecido el pasado 25 de noviembre a los 90 años, ideó esa institución para acoger a alumnos de países de América Latina, África y Asia y darles una formación académica y práctica alejada del "imperialismo cultural" que dictaba la industria cinematográfica dominada por Hollywood.
En febrero de 1985 iniciaron las conversaciones con el escritor colombiano Gabriel García Márquez, que dirigía la Fundación de Nuevo Cine Latinoamericano con sede en Cuba, y con el realizador argentino Fernando Birri para dar forma a este proyecto que germinó un año y medio después.
"Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado", resumió en su día el autor de "Cien años de soledad" sobre el proyecto.
Para Jerónimo Labrada, actual director académico y miembro del equipo fundacional de la institución, el proyecto de la EICTV fue "muy innovador en su momento y ha sabido mantener esa novedad", basada en la idea de Birri de que "los chicos aprenden haciendo y todos, profesores incluidos, aprendemos en ese hacer".
"Una de las cosas más bonitas de esa escuela es que después de tres años aquí encerrados, se crea una red entre los alumnos, una hermandad entre gente de diferentes países que luego fuera eligen trabajar juntos", indicó Labrada.
"El Convento del cine" es como Lara Sousa, estudiante de 25 años mozambiqueña de primer curso, ha bautizado a la escuela: "Compartimos todo, nuestra vida íntima está absolutamente relacionada con el trabajo y eso se traduce el algo muy bonito que es una base de net-working para cuando salgamos de aquí".
Sousa, que estudia cine documental, es hija de una de las alumnas de la primera promoción de la EICTV, en la que desde entonces se han graduado 883 alumnos de 60 países en especialidades como dirección, guión o producción, entre los que figuran nombres como el español Benito Zambrano y el cubano Antonio Soto.
"Conocía la escuela porque tiene prestigio. Me pareció una buena oportunidad formarme aquí, pero también vivir todos los cambios que están sucediendo en Cuba desde la burbuja que es esta escuela", señaló el español Alejandro Pérez, de 31 años, que en junio se graduará con el plan de hacer un documental sobre las costumbres que unen Cuba y el sur de España.
Además de contar con profesores de prestigio que siempre reservan un hueco en su agenda para impartir clases en esta escuela, importantes cineastas como Francis Ford Coppola, Brian de Palma, George Lucas, Costa-Gavras, Spike Lee y Abás Kiarostami han elevado el pedigrí de la institución con sus cursos y talleres.
EFE