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Jairo Soto Hernández y su esposa, e hijos. En otra foto con varios amigos.
Jairo Soto Hernández y su esposa, e hijos. En otra foto con varios amigos.
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Archivo particular

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Adiós Carnavalero al Maestro Jairo Soto

Deja investigaciones sobre carnavales y otros temas sociales.

Por Roque Herrera Michel

Está sucediendo en los últimos años que días antes de cada versión del carnaval uno de sus actores más queridos se despide para gozarlo desde el cielo.

Esta vez se despidió para siempre el maestro, investigador  y gestor cultural Jairo Soto Hernández  quien no alcanzó a asistir a la edición terrenal del Carnaval de Barranquilla en su versión  2020. Su corazón cesó de latir y dejó a todos sus amigos en shock y con la agridulce indecisión de si aislarse por completo de estas fiestas o gozárselas en su honor como era lo más probable que él hubiera querido.

Partió Jairo con sus eternos “dientes pelados” que iluminaban enigmáticamente su rostro y con esa bondadosa imagen de joven prodigio que le salía desde adentro de sus ser. Siempre humilde y accesible, así fue desde niño y  adolescente, comentan quienes compartieron escritorios en la primaria del Colegio de Las Nieves y en el bachillerato Carlos M. Palacio de la Unilibre, ubicado a la vuelta del Sena Comercial. A ellos nunca se les borrará de la memoria esa imagen de 'mamagallista' y vacilador, pero excelente estudiante... así lo recuerdan al 'flaco Jairo'.

A medida que pasaba el tiempo y los compañeros de la Libre hacían sus vidas cada uno por su lado, se fueron enterando de sus progresos en la vida. De su licenciatura en Ciencias Sociales y Económicas en la Universidad del Atlántico, de su doble especialización en Planificación Urbana y Regional de la UniAutónoma y en Gobierno y Asuntos Públicos en la Universidad Simón Bolívar, de su Maestría en Educación de la misma Universidad  y su Doctorado en Educación de la Universidad Rafael Belloso Chacín de Maracaibo (Venezuela).

Siempre buenas noticias recibían de él: su vinculación al  mundo de la docencia en la Universidad del Atlántico y otras instituciones académicas. En la UniAtlántico, entre otros importantes cargos,  fue director de la Oficina de Egresados y últimamente Coordinador de la  Licenciatura  en Educación Básica con Énfasis en Educación Artística.

En un interesante escrito el reconocido docente Juan de la Hoz Blanco refiere que la última reunión que realizó como coordinador del programa de Licenciatura en Ciencias Sociales fue el viernes 14 de febrero (fecha en que se realiza la Noche de Guacherna) “para organizar la reacreditación de calidad del programa, estaba a modo de guacherna, como simple ciudadano que “quien lo vive es quien lo goza” porque el carnaval era parte de sus pasiones y felicidad”.

Su pasión investigativa y periodística por los carnavales y otros temas sociales

Su inteligencia y empatía fueron incursionando otros terrenos: adelantó estudios científicos de tipo cultural y social, muchos de ellos relacionados con los Carnavales y la idiosincrasia de la región Caribe colombiana. Entre otros: “Los diablos danzantes de Valledupar. Tributo mágico - religioso en la fiesta de Corpus Christi”, “Detrás del campo. Crónicas musicales. Una pedagogía del patrimonio cultural”, “Dimensiones territoriales de la guerra y la paz en Colombia”, “Descentralización, conflicto armado y nuevas territorialidades en el Caribe colombiano” y “El diablo en la cultura popular del Caribe colombiano”. Se destaca su estudios Tejidos de nación: Los carnavales, Carnavales y Nación: Estudios sobre Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba y Venezuela, 

A esto se agrega su permanente participación en foros y conferencias a las que fue invitado en todo el país. Algo que terminó de popularizar y consolidar su imagen real como Gestor Cultural y Autoridad en el campo de la investigación musical fue su constante participación periodística en distintos medios de comunicación orales, escritos y a través de las redes sociales. Con esto Jairo quería demostrar que la investigación científica tenía que salir de los círculos académicos y  trascender hacia lo social. En tal sentido se le otorgó la orden "Medalla Barrancas de San Nicolás", por parte del Concejo Distrital de Barranquilla.

Su último precarnaval

Sus didácticos audios sobre crónica musical fueron de positiva aceptación en toda la región Caribe. Precisamente, las últimas fueron sobre temas carnavaleros: una sobre Dolcey Gutiérrez y otra, remitida el guachernoso 14 de febrero sobre “Efraín Mejía: el genio que eternizó la banda sonora del Carnaval de Barranquilla”. Su hijo Jairo comenta que el siempre quiso escribir sobre Efraín Mejia, pues mucha gente baila sus composiciones, pero no se le reconoce ni recuerda su autoría. Mi padre quería presentar este escrito a un Premio Nacional de Periodismo Ernesto MacCausland a la mejor crónica del carnaval”.

Según sigue relatando  su hijo Jairo “su padre asistió con mi mamá a (Orfilia Hernandez) feliz a la noche de Guacherna. Se ubicaron en la carrera 44 entre las calles 60 y 61. Allí se encontró con la exreina del carnaval Marcela García,quien le dio un beso pues lo apreciaba mucho. Era muy cercano al carnaval de los niños, apoyaba desde hace 30 años ese proceso pedagógico de educación patrimonial…..pero lamentablemente no pudo asistir a la versión 2020 ( ni a la coronación de la Reina y el Rey Momo del carnaval de los niños)  pues ya se encontraba internado en la Clínica”.

Jairo era un amante apasionado del folclor costeño. Vinculó desde pequeños a sus 3 hijos varones (Jairo, Enrique y Mauricio) al carnaval integrándolos al Congo Infantil Alegrías, un de las más antiguas de las fiestas carnestolendicas. Por muchos años tenía un evento “Carnaval y Educación” que era un espacio donde destacaba y premiaba a maestros que se encargaban de integrar al carnaval al aula de clases.

Premonitoriamente el 1° de febrero, en una reunión precarnavalera y portando una camiseta juniorista, se despidió de sus compañeros del bachillerato de la Unilibre Carlos M. Palacio, promoción 1977.

Y así con la carnavalera  felicidad de quien goza la existencia bien vivida se fue el Maestro Jairo Soto Hernández un ser que, como pocos, por su sabiduría y sencillez se granjeó el cariño y la admiración de su familia, de sus amigos, de sus millares de estudiantes, del mundo de la academia y la investigación cultural, de los escritores, del gremio de periodistas, de los artistas y actores del carnaval y de todo el pueblo del Caribe colombiano que le agradece haberle dedicado gran parte de su vida académica para el conocimiento y fortalecimiento de la tradición cultural . ¡¡Adiós Maestro!!. 

Jairo Soto fue objeto de un homenaje en los grados del viernes. En otra foto con varios amigos.