¿Qué pasará con la votación del petrismo en el Atlántico?
Los partidos tradicionales le apuestan a recuperar los votos “desviados” durante la segunda vuelta presidencial.
Este 29 de octubre los ciudadanos acudirán a las urnas para elegir a las autoridades territoriales: alcaldes, gobernadores, concejales, diputados y ediles, en medio de la gran polarización y de violencia política en la que se encuentra el país.
A lo anterior se suma un gran ingrediente como es la lucha por los votos cautivos como los nulos, en blanco y tarjetones no marcados que, en el caso del Atlántico, registraron grandes guarismos en el debate del 27 de octubre de 2019.
Una tarea nada fácil para quienes pretendan conquistar esos miles de votos.
Adicionalmente surge un gran interrogante: ¿Quién conquistará la extraordinaria votación del petrismo en el Atlántico durante la segunda vuelta presidencial? ¿O será que el petrismo logrará endosarlos para sus candidatos allegados al Pacto Histórico?
En términos generales el menú está servido, en el caso del Atlántico, con los diferentes candidatos a la Alcaldía de Barranquilla, Gobernación, Concejo Distrital y Asamblea.
Sólo falta la hora cero de apertura de urnas, preconteo y escrutinio de votos y la declaratoria de los elegidos, para saber de qué manera podría cambiar el mapa político en este departamento.
Barranquilla, la “joya” electoral
Sin duda alguna, Barranquilla constituye, para los sectores de izquierda, la “joya de la corona” en materia electoral.
La transformación que ha tenido durante las últimas tres décadas, convierten a la capital del Atlántico en un gran atractivo, especialmente para aquellos sectores que sistemáticamente se niegan a reconocer el gran cambio de la ciudad.
En esta oportunidad seis candidatos se inscribieron para aspirar al primer cargo Distrital: Luis Enrique Guzmán Chams, Alejandro Char Chaljub, Harry Silva Llinás, Ronald Valdés Padilla, Antonio Bohórquez Collazos y Hassan Fares Hachen.
Otro renunció, Rigail Romero Martínez (Colombia Humana), mientras que Marcos Orozco Cárdenas, no logró el mínimo requerido de firmas para avalar su inscripción.
En el proceso anterior resultó electo Jaime Pumarejo Heins con 310.435 votos, al tiempo que Antonio Bohórquez obtuvo 66.363 votos, logrando así una curul en el Concejo de acuerdo con la reforma electoral.
Llamó la atención en ese debate los 165.560 votos en blanco, nulos y/o no marcados, una cifra bastante envidiable para cualquier aspirante a un cargo público de elección popular.
Lo cual no ocurrió con la segunda vuelta presidencial (Petro vs Hernández) cuando solamente sumaron 12.376 votos, pese a la abultada votación que alcanzaron los dos aspirantes en contienda.
¿Apatía electoral en el debate territorial?
Gobernación, ¿la otra “joya”?
Por su parte, la Gobernación del Atlántico también se encuentra en la mira de la izquierda, un un debate en el que se encuentran en contienda Raymundo Marenco Boekphoudt, Alfredo Varela De la Rosa, Edgar Palacio Mizhari, Juan Acuña Colpas, Eduardo Verano De la Rosa y Claudia Verónica Patiño Jácome.
Al igual que para la Alcaldía de Barranquilla, en el caso de la Gobernación en el debate pasado se registraron 132.134 votos en blanco, nulos y/o no marcados, una interesante cifra para cualquier candidato o movimiento político.
¿Y los votos petristas?
En cualquiera de los casos la gran incógnita surge en torno a los votos petristas de la pasada segunda vuelta presidencial.
En Barranquilla Gustavo Petro obtuvo 358.679 votos y en el consolidado del Atlántico 673.100 votos.
En la Gobernación el derrotado candidato Nicolás Petro Burgos tuvo que conformarse con una curul en la Asamblea, a la cual después renunció como consecuencia de los líos judiciales que actualmente enfrenta.
A nivel de municipio en esa misma oportunidad el petrismo ganó en 19 de ellos, sólo perdió en Candelaria, Manatí, Santa Lucía y Suan.
Como hecho curioso en ese debate solamente se registraron 22 mil votos en blanco, nulos y/o no marcados, cifra muy inferior a la presentada en en el debate de las autoridades locales.
Por esto, saltan a la vista tres grandes interrogantes: ¿Quién o quiénes canalizarán esos votos petristas? ¿Logrará el petrismo mantener la abultada votación tanto en Barranquilla como en el resto de municipios del Atlántico? ¿Qué tanto afectará el abierto divisionismo de la izquierda, incluyendo el petrismo, en el resultado electoral?.
En Concejo y Asamblea
Además de Alcaldes y Gobernación, el nuevo mapa político será complementado con las elecciones de concejales y diputados.
En las elecciones del 27 de octubre de 2019 el Partido Cambio Radical eligió a seis concejales; los partidos Conservador y Liberal, 4 cada uno; La U, 3, Alianza Verde 1 y el Polo Democrático 1, a lo cual se sumó Antonio Bohórquez por haber alcanzado la segunda mayor votación para la Alcaldía de Barranquilla.
Mientras que para la Asamblea, Cambio Radical eligió a 6 diputados, los partidos de La U, Liberal y Conservador 2 cada uno; El Centro Democrático 1 y Colombia Humana 1 en cabeza de Nicolás Petro Burgos por obtener la segunda mayor votación para la Gobernación del Atlántico.
Así las cosas el Partido Cambio Radical marcó una sustancial ventaja en cuanto a las curules alcanzadas en el Concejo de Barranquilla y Asamblea.
Entre tanto, las 23 Alcaldías del Atlántico quedaron repartidas políticamente de la siguiente manera:4 de coalición, 5 de Cambio Radical, 3 del partido Liberal, 5 del partido Conservador, 2 de la coalición partido Conservador - La U, 1 de Cambio Radical - partido Liberal, 2 de La U y 1 de Mais.
Recuperar los votos “desviados” durante la segunda vuelta presidencial, es una de las apuestas de los partidos tradicionales.
¿Será que los partidos tradicionales mantienen la hegemonía política en el Concejo de Barranquilla, Asamblea y los Municipios? ¿O será que el peronismo podrá canalizar la votación de la segunda vuelta presidencial para dibujar un nuevo mapa político en el Atlántico?
Lo cierto es que muy difícilmente (o casi imposible) resulta el hecho que una votación pueda ser endosada entre un proceso y otro.
El domingo se sabrá.