La Novena Sinfonía de Beethoven, la clásica entre las clásicas, cumple 200 años

Obra cumbre, magistral, revolucionaria, rompedora e iconoclasta, la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven, considerada hoy la más clásica pieza de las composiciones clásicas, se estrenó mundialmente en Viena hace casi dos siglos, el 7 de mayo de 1.824.

La novena y última sinfonía del genio alemán es, según los expertos, la obra sinfónica más interpretada en el planeta, y lo será aún más en este jubileo de su bicentenario.

Compuesta por encargo de la Sociedad Filarmónica de Londres, la partitura original de la 'Sinfonía nº 9', opus 125, que hoy custodia la Biblioteca Estatal de Berlín, fue declarada en 2002 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

La melodía de la 'Oda a la Alegría', del cuarto movimiento de la composición, se ha convertido en un símbolo del Viejo Continente: en 1972 fue adoptada como himno del Consejo de Europa y desde 1985 es también el himno oficial de la Unión Europea (UE).

Anhelo de paz

Desde que, con 23 años, conoció la 'Oda a la alegría' del poeta alemán Friedrich Schiller (1759-1805), Beethoven, que había vivido las turbulencias de las guerras napoleónicas en Europa, albergó la idea de ponerle música a esta pieza que habla del deseo de paz entre los pueblos y ensalza los ideales de igualdad y fraternidad.

Para el compositor germano Aribert Reimann (fallecido el pasado marzo), "esta obra es en última instancia un llamamiento, un anhelo de confraternización, de alegría y júbilo, por la utopía de la paz mundial, por un mundo sin guerras ni destrucción".

Beethoven tardó más de una década en crear la composición definitiva de la 'Oda' en el coral de la Novena y sorprendió al presentarla en el estreno, ya que fue la primera vez que se oían voces en una sinfonía.

EFE

Por:

Compartir