A solo un día de que se enciendan los focos sobre la alfombra roja de la playa de la Croisette, Cannes se prepara para su gran evento del año, que en esta 77 edición viene marcado por un aviso de huelga de los trabajadores del Festival.
El llamamiento fue iniciativa del colectivo 'Sous les écrans, la dèche' -en español 'Bajo las pantallas, la miseria', un nombre que hace referencia a un eslogan de Mayo del 68- y no impedirá la apertura del Festival, pero sí podría causar "perturbaciones" durante su desarrollo hasta el 25 de mayo, de acuerdo a los convocantes.
Afectaría a todo tipo de trabajadores -desde proyeccionistas a acomodadores o trabajadores de comunicación- del Festival y de sus secciones paralelas, para protestar por la precarización de sus condiciones, en particular por el endurecimiento de las reglas de acceso a los subsidios de paro decretadas por el Gobierno del presidente francés, Emmanuel Macron.
También piden acceder a un estatuto de empleado intermitente, similar al que existe para otros trabajadores del mundo de la cultura y del espectáculo, como artistas o modelos.
"Hace falta paciencia", admitía a EFE sobre el trabajo intermitente, este lunes en Cannes, la modelo y directora artística Fatima Sallak, comprensiva con las reivindicaciones de los trabajadores.
Por el momento, pese a todo, el Festival no se ha pronunciado y los preparativos se mantienen en marcha.
"Está bien que los trabajadores se hagan escuchar si sus condiciones son malas. Sus condiciones son más importantes que el Festival", opinaba hoy en declaraciones a EFE Nino de Arriba, estudiante de 18 años y cinéfilo que ha viajado a Cannes para el Festival gracias a un concurso para jóvenes.
EFE