La Plaza de la Paz, en Barranquilla, se transformó en un escenario de fe, reflexión y unidad. 

Decenas de ciudadanos acudieron al llamado de la jornada 'Una luz por la vida' en la que se encendieron las luces por la salud, por las víctimas del conflicto armado, por la fortaleza de las instituciones y la pronta recuperación del senador Miguel Uribe Turbay, quien continúa luchando por su vida, tras haber sido víctima de un atentado en la localidad de Fontibón, en Bogotá, el pasado de 7 de junio. 

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La cita, convocada por la Federación Nacional de Departamentos (FND), la Gobernación del Atlántico y la Alcaldía de Barranquilla, inició a las 5:00 p. m. en el Cubo de Cristal, corazón simbólico de la plaza. 

La majestuosa Banda de Baranoa marcó el inicio con alabanzas, acompañando a los asistentes en un acto que combinó arte, espiritualidad y esperanza.

Uno de los momentos más solemnes fue la intervención de Monseñor Pablo Emiro Salas, arzobispo de Barranquilla, quien elevó una oración por Colombia y por quienes han sufrido las consecuencias del conflicto. 

“Estamos aquí porque creemos que somos constructores de esperanza y de paz”, expresó, dando paso a una plegaria que invitó a sanar las heridas del país a través de la unión y el perdón.

El acto también incluyó la intervención del pastor Roberto Morales, miembro del Comité de Libertad Religiosa y de Culto, quien centró su mensaje en la salud del senador Miguel Uribe Turbay. 

“Hoy estamos nosotros tus hijos bajo un mismo creer, bajo un mismo sentir y bajo el poder del acuerdo creyendo que tú amas a Colombia, que tú amas al departamento del Atlántico, que tú amas a Barranquilla y amas especialmente a tu hijo Miguel Uribe. Hoy levantamos una oración, una plegaria, por sanidad física, espiritual y emocional”, dijo. 

Un mensaje de unión en medio de la diferencia

La presencia del gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, le dio al acto un momento profundamente emotivo. Su discurso fue uno de los más aplaudidos y sentidos. 

“Escogimos la Plaza de la Paz casi que por su nombre porque cuando se construyó esta plaza, precisamente era para tener un sitio de reflexión por la paz. Siempre, permanentemente. Y hoy, estamos haciendo aquí honor precisamente al nombre de esta plaza. La Plaza de la Paz”, expresó.

Luego añadió: “Esta cita tiene un mensaje simbólico y muy poderoso. Porque en medio de la diferencia que podemos tener todos aquí, todos los que estamos presentes podemos venir de diferentes vertientes. Pero, sin embargo tomamos la firme decisión de encender una luz por la vida, por la reconciliación y por una paz, que aunque esquiva, no la dejaremos de perseguir por alcanzarla desde nuestros corazones”.

Durante el evento, imágenes del senador Uribe Turbay se proyectaron en el fondo del Cubo de Cristal, evocando la sensibilidad del momento y recordando la razón fundamental del encuentro: orar por la vida y el futuro de Colombia.

La velatón concluyó con los asistentes entonando alabanzas junto a la Banda de Baranoa. En cada voz se escuchaba un deseo compartido: “que la paz deje de ser una promesa lejana y se convierta en realidad. Colombia merece vida y merece paz”.